La que fui y la que soy

¿Qué puedo decir? La vida se teje con lo que cada uno va teniendo a mano, y con lo que cada uno se atreve a alcanzar yendo un poco más allá. La vida transcurre, y hunde sus raíces en pasados remotos: en el recorrido cósmico que hiciste antes de encarnar en la Tierra, en cómo fue tu aterrizaje cuando llegaste por vez primera a este planeta hace cientos o miles de años, qué viniste a aprender vida tras vida hasta dar con ésta en la que te encuentras.

La vida en la que te encuentras inmerso procede de una sucesión familiar que ha tallado distintos perfiles en ti, procede de experiencias relacionales a lo largo de mucho, mucho tiempo, que no eran más que aprendizajes  que elegiste vivir de antemano, procede del carácter que se forjó en base a todo ello, de las decisiones que fuiste tomando en cada momento. La vida que vives cada día te invita a asomarte desde un poco más de altura, para poder contemplar todo lo que te sucede, piensas y sientes desde la perspectiva del conjunto.  Cada vez que llegas a este mirador sientes que no hay culpables, el drama pierde fuerza, cada uno hizo lo que pudo, cada persona, a menudo sin saberlo, vino para mostrarte algo y para que pudieras comprender el juego de este mundo.

Cuando era pequeña sentí rechazo, injusticia y abandono. Recuerdo también algunos de mis miedos más profundos. Mis protecciones más patentes fueron mostrarme razonablemente débil, utilizar el victimismo y la queja como aliados, y dejar que las personas de alrededor cuidaran de mí.

Estás donde tienes que estar

Si deseas que todo vaya bien, despreocúpate y confía.

Estás ahora mismo en el mejor sitio en el que puedes estar, en las mejores condiciones en las que puedes estar.

Ahora es ahora. Vive. Primero paciencia. Luego valentía. Y todo se irá dando.

Ríe si tienes oportunidad, llora si lo necesitas, pide ayuda si sientes que no puedes solo. Pero sabe que la Fuerza que todo lo impulsa y todo lo mueve está en ti, la palanca que destruye para construir de nuevo está en ti, la verdad que tu corazón lleva impresa nunca se borró.

Trae la belleza y la armonía a tu pensamiento, a tu sentir, a tus actos. No dejes que el pesimismo se instale, sé fuerte.


Todo es una danza
caótica y perfecta.
El sonido y el silencio,
lo que emerge y se sumerge,
el éxtasis y el dolor en movimiento,
el valle y la cumbre igual de sublimes
y un hilo invisible que todo lo une
misteriosamente.

Si entenderlo intentas, no puedes.
Si cogerlo quieres, lo pierdes.

Es la dulce entrega, la rendición
al sabernos parte de Todo.
El sentirnos atravesados
por el hálito que inunda el Universo entero
y no encuentra
límites en su camino.
La alegría profunda y el desapego.
La fuente eterna de donde venimos,
de Vida que nos traspasa
y nos lleva inexorablemente
de regreso a nuestra Morada.